Hay un minuto maravilloso en el ciclo de vida de un negocio en que el futuro del emprendimiento o la empresa familiar se vislumbra exitoso con una certeza mucho mayor al periodo inicial. ¡Hemos dado en el clavo! piensan los dueños. El negocio crece, pero saben que puede crecer aún más. Una opción es salir a levantar capital, pero no es fácil porque no tienen experiencia en el tema ni tiempo. El foco está en seguir vendiendo y creciendo.
Esa era la situación de Alejandro y Javiera, dueños de una empresa con un año en el mercado de venta y arriendo de racks industriales. En plena pandemia, ganaron nuevos clientes porque la competencia se quedó sin inventario, y los mantuvieron porque ofrecían una excelente relación precio-calidad-servicio. Lograron tener en sus manos dos contratos muy interesantes con grandes clientes, para los que necesitaban importar materia prima por 10.000 U.F. Salieron a buscar financiamiento con bancos, pero no supieron comunicar correctamente su propuesta de valor y no lograron cerrar. La verdad es que estaban 100% concentrados en su negocio y con poca disponibilidad para profundizar en otros temas, como la búsqueda de financiamiento, por lo que decidieron contactarse con un consultor especializado en asesoría financiera.
Este consultor estudió todos los antecedentes, sus flujos de caja, estados de resultados proyectados , los contratos, etc. y concluyó que la mejor manera de presentar el caso era proponerle a los bancos que en el contrato de crédito se estableciera que uno de los grandes clientes depositaría los pagos del contrato directamente en una cuenta corriente del banco que entregase los recursos. El banco que aceptará el trato se quedaría tranquilo porque tendría los pagos de ese gran pagador mes a mes.
Gracias a esta estrategia consiguieron tres opciones de financiamiento, pudieron cubrir los contratos obtenidos y seguir con su plan de crecimiento.
Para los dueños de emprendimientos o empresas familiares es recomendable acudir a un consultor experto en financiamiento porque:
Las presentaciones y el papeleo que deben presentar a los bancos es complejo y toma tiempo.
El consultor tiene cercanía con bancos y puede conseguir más de una alternativa.
El costo del trabajo del consultor lo ponen en el valor del crédito por lo que no sale de su bolsillo.
Con la ayuda de un consultor financiero con sólidas conexiones con emisores de financiamiento como la banca, fondos de inversión o factoring, estas empresas pueden gestionar con éxito el levantamiento de capital o la reestructuración de deuda y pasivos.